viernes, marzo 30, 2007

Los turcos en el cine (2): “Hamam”

Cartelera de la versión alemana del film. "Hamam" fue una exitosa coproducción turco-italo-española.















El film “Hamam” ha terminado por convertirse en uno de los títulos clásicos de cualquier “filmoteca gay”, como recomiendan los catálogos especializados que se pueden encontrar en la red. De hecho, la cosa va más allá porque el mismo icono tipo “seducción-en-hamam” parece haber gozado de algún predicamento estético en el espacio de la fantasía homosexual masculina, sin duda derivado del escenario ligue-en-la-sauna. Ciertamente hubo razones para que el film diera mucho de sí en ese sentido: uno de los componentes narrativos de la obra abordaba la relación amorosa entre Francesco, el protagonista (Alessandro Gassman) y el joven Mehmet, encarnado por el actor turco Mehmet Günsur, ciertamente apuesto. El film contenía una escena de amor bastante explícita entre los dos hombres, lo que hace diez años aún podía dar lugar a cierto escándalo –como así fue en la misma Turquía. Por otra parte, Ferzan Özpetek dirigió posteriormente “El hada ignorante” (2001) cuyo argumento recordaba bastante al de “Hamam”: una mujer cuyo marido ha fallecido en accidente de tráfico descubría que su marido mantenía una relación homosexual. Ella busca al amante y en ese proceso descubría y se involucraba en todo el mundo social que le rodeaba. La integración de personajes desnortados y solitarios en nuevas familias, recuperando segundas madres o padres, es un tema recurrente en Özpetek.






Francesco (Alessandro Gassman) llega a Estambul. Primer contacto con el paraíso perdido









Sin embargo, como reconocía el mismo Alessandro Gassman (hijo del mítico Vittorio Gassman) en una entrevista, el componente homosexual no era central en la película. El resultado narrativo hubiera sido similar si el protagonista se hubiera enamorado de la hija del matrimonio que lo acoge, en vez del hijo. La cuestión es que Francesco se descubre a sí mismo y deviene mejor de lo que fue anteriormente. En efecto, el film no es bandera de la opción gay. El protagonista busca un nuevo entorno afectivo y lo descubre en la familia de Omar, que había regentado el baño turco adquirida por su tía Anita, la “Madame” del film, que lo preside en todo momento sin aparecer nunca en efigie o en flash back memorístico, como una “Rebeca” (Hitchcock, 1940) positiva. Y éste sí es un asunto que parece recurrente en Özpetek, y que también es el núcleo argumental de “El hada ignorante”. De hecho, al comienzo de “Hamam”, encontramos que el film está dedicado “A la segunda madre”. Y ese es uno de los enigmas del film, porque a través de sus cartas leídas en off y de algunos detalles (las preguntas de Francesco al ex diplomático Óscar, las fotografías que guardaba Anita de su supuesto sobrino y su cuñado, el motivo nunca explicado, de la drástica ruptura entre ésta y su hermana).

Pero ese es sólo una de las claves de “Hamam”. La otra es más usual en los films que tienen a Estambul como protagonista. Francesco llega a la ciudad y descubre que el tiempo se ha detenido y que gracias a ello, puede empezar de nuevo. Es la oportunidad única, tanto más milagrosa cuanto que aquello que parece casual –su viaje a la ciudad- parece formar parte del destino que le está reservado. Porque Anita recorrió ese camino antes que él, y fue feliz; y porque Anita es de su sangre, es muy afín a él, quizás incluso es su madre verdadera. Una aventurera italiana, como se define a sí misma. Una mujer anhelante de vida, alta, bella, inteligente y animosa, que ama a los hombres –con ese vitalismo cálido y positivo del “
Hombre que amaba a las mujeres”, de Truffaut (1977). Y que en el film se afirma que fue pareja de un personaje afín a su carácter: Nazim Hikmet.
















Francesco y Mehmet. El hamam como ámbito de sensual deshinibición, pero también espacio atemporal




Estambul como némesis, como lugar donde el tiempo se detiene. Y percibimos que Francesco entra en el embrujo mientras un plato de cobre gira perezosamente, eternamente, en la pila de agua del primer hamam en el que descansa. O en esa escena en la que se queda dormido en la mesa –ha llegado a su destino, al fin- tras cenar con su nueva familia de adopción. Pero hay otros momentos cumbre más explícitos de esa intensa emoción tranquila: Francesco y su ex mujer, Marta, leyendo cada uno por separado las viejas cartas en uno de los “vapur” que cruzan el Bósforo (si, ambos coinciden en ese pequeño rito); o ese hondo colofón, con Estambul ejerciendo su enorme potencia de absorción final, y Marta fumando como Anita, porque en realidad ya es Anita.

Resulta muy significativo que en varias de las películas que tienen a Estambul como protagonista, sea una constante argumental el retorno a la ciudad; para quedar fatalmente atrapado. Ahí está la mismísima “Contra la pared” (2004), de Fatih Akın, que de hecho le afectó a él mismo, como turco alemán que es, y le llevó a dirigir “Cruzando el puente” (2005). Ahí está también: “El señor Ibrahim y las flores del Corán” (2003) de François Dupeyron, aunque en este caso Estambul no es el destino final, sino la puerta de entrada al viaje postrero, donde el pequeño Momo recogerá la muy personal herencia que le deja la persona más querida, como hace Francesco en “Hamam”. También el griego Fanis regresa a Estambul, para reencontrarse con la tienda de especies de su abuelo en “Un toque de canela” (2003, Tassos Boulmetis); y es, como en las demás historias, un impulso irresistible. Desideria, la protagonista de “La pasión turca” (Vicente Aranda, 1994), es víctima del viaje a Estambul, y la historia termina muy mal para ella; destino trágico que comparte con Francesco en “Hamam” y no deja de ser curioso que provenga de la imaginación de autores italianos y españoles.


Bruno Ganz contempla el estuario del Tajo tras la cortina de su pensión en Lisboa. El tiempo está suspendido.


Resultaría sencillo liquidar todo esto con el habitual topicazo: el embrujo de Estambul surge de su calidad de puerta entre Oriente y Occidente. En 1983, el director Alain Tanner demostró que Lisboa posee poderes similares. Cuando Paul, el marino suizo, entra en un bar de la capital lusitana, queda prendado por el reloj de pared que marcha al revés. Y ahí está: el tiempo detenido, no hay vuelta atrás; y Paul, como Francesco, le escribe a su esposa explicándole que no sabe cuándo regresará, ni qué va hacer con su vida. Bruno Ganz, En la ciudad blanca, en el vacío de tiempo condensado de vida. Sólo la ciudad frente al estuario, iguales Lisboa y Estambul, bellezas arrasadas, viejas capitales de imperios con tranvías y vaporetos atravesándola como espectros. Al igual que las góndolas. Como Venecia, sólo el mar y Tažio, el adagietto de Mahler y el voluntario viaje sin retorno de Gustav von Aschenbach, enamorado, de la ciudad crepuscular, el elefante que va a morir a un territorio mítico. Y entonces, quizás, ahí está la clave, de Venecia, de Lisboa o Estambul: “Aquel que ha contemplado la belleza está destinado a seducirla o morir

















Venecia es otra de las ciudades atemporales en las que belleza y decadencia pueden coincidir en el eterno viaje final


Hamam” se completa con una hermosa y melancólica banda sonora, obra del compositor Aldo De Scalzi, inspirada en piezas de la música clásica turca de comienzos del siglo XX y en los ritmos rituales de los derviches giróvagos de Konya, acompañamiento simbólico –pero quizás un tanto ruidoso para el film- del rito iniciático que es el viaje de Francesco a Estambul. A notar: los viejos caserones de madera, restos de la arquitectura otomana y que no parecen propios del barrio de Fatih, como sugiere el film, sino más bien de Üsküdür. En cuanto al nombre del hamam de Anita y Francesco, “El Sultán de los Espejos”…

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NOTA: ¿Juzestán en el centro de la crisis? [Khuzestan]













La detención de quince marinos británicos por las autoridades iraníes, supuestamente en aguas jurisdiccionales de este país, podría estar relacionado, de una forma u otra, con el entrenamiento e infiltración de muyaidines juzestaníes por parte de los británicos, con el fin de desestabilizar la zona. Con ello, el post del pasado 21 de marzo cobra una candente actualidad.


Malvinas, 1982. Royal Marines británicos se rinden a comandos argentinos en las primeras fases de la campaña. La fotografía desencadenó una oleada de indignación patrióticia en el Reino Unido. Y justamente por estas fechas se cumple el 25º aniversario de esa contienda. La opinión pública británica es muy sensible a la imagen de sus soldados capturados por el enemigo y utilizados como contra propaganda.


De otra parte, también cabe la posibilidad de que la captura de los 15 marineros y la estretegia de tensión desatada tenga que ver con la reciente deserción hacia Occidente del general Ali Reza Asghari, acaecida, al parecer, el 7 de febrero. El incidente fue una operación cuidadosamente preparada y ejecutada por el Mossad o servicio de inteligencia israelí pero con una importante implicación de los servicios de inteligencia norteamericanos, alemanes y posiblemente británicos. Dado que el general iraní desapareció tras llegar a Estambul, los servicios de inteligencia turcos han sido comprometidos en una operación que, posiblemente, es resulta ajena. Prueba de ello pueden ser los esfuerzos de Ankara por mediar en la liberación de los militares británicos retenidos en Teherán.






Una de las muy escasas fotografías accesibles del general Ali Reza Asghari





De cualquier forma, la defección del general Asghari ha sido un golpe muy duro contra el poder iraní, dado que el militar fue el arquitecto de la organización Hezbollah en el Líbano durante los años ochenta, y aún hoy posee una mina de información sobre las infraestructuras de defensa iraníes y los grupos paramilitares y terroristas auspiciados por Teherán. En castellano se puede leer al respecto el reportaje firmado por Henrique Cymerman, corresponsal de "La Vanguardia" en Jerusalén, publicado en ese diario el pasado 13 de marzo, pag. 6

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lunes, marzo 26, 2007

Los turcos en el cine (1): Trece espejos




A lo largo del presente curso de una asignatura sobre historia y cultura de Turquía que imparto para el Instituto de Estudios Internacionales de la UAB, decidimos, de acuerdo con los alumnos de la clase, desarrollar un pequeño ciclo de cine de y sobre los turcos. Para ello contamos con la impagable colaboración de Cultura en Viu – Cinema, que nos cedió la sala de proyección un día a la semana, todo ello sin casi margen de tiempo para programar el ciclo.


Así que esta primavera nos hemos embarcado en una experiencia que, aunque no lo parezca, resulta bastante ambiciosa, básicamente por la dificultad de localizar los films adecuados, que deben estar subtitulados en castellano o catalán y que no pueden proceder la descarga por internet. De momento está funcionando bien, tanto desde el punto de vista técnico como el humano, puesto que el intercambio de pareceres y la preparación de una mínima documentación sobre los films siempre ayudan a exprimir más y más el contenido de la obra.

A fin de aprovechar esos retazos de información, puntos de vista e ideas de todo tipo, voy a intentar incluir en este blog una serie de reseñas sobre los films proyectados, e incluso alguno que puede no llegar ser exhibido en nuestro humilde ciclo. Si hay suerte, los films seleccionados para este curso y/o el siguiente podrían ser:

Contra la pared” (2004) de Fatih Akın

El señor Ibrahim y las flores del Corán” (2003) de François Dupeyron

Hamam” (1997) de Ferzan Ozpetek

Yol” (1982) de Yılmaz Güney

Uzak” (2002) de Nuri Bilge Ceylan

Cruzando el puente” (2005) de Fatih Akın

Gallípoli” (1981) de Peter Weir

Gelibolu” (2005) de Tolga Örnek

Un toque de canela” (2003) de Tassos Boulmetis

Miguel el Valiente” (1970) de Sergiu Nicolaescu

El expreso de medianoche” (1978) de Alan Parker

El valle de los lobos” (2006) de Serdar Akar – Sadullah Sentürk

Topkapi” (1964) de Jules Dassin



Como se puede apreciar, los films se agrupan en dos grandes bloques: los turcos que muestran a los turcos retratados por sí mismos y aquellos en los que son vistos por los occidentales o incluso por sus vecinos (el film rumano sobre el voivoda Mihai es un interesante ejemplo y mejor aún, el film del griego Tassos Boulmetis). En este ciclo, ésta es una sección complementaria, que vendría inaugurada por un hipotético –y seguramente imposible) doble pase de dos films contrapuestos sobre el mismo hecho histórico: la campaña de Gallípoli durante la Gran Guerra, a través de los magníficos trabajos de Peter Weir y Tolga Örnek. Eso también ocurre un poco en los dos films de Fatih Akın, cada uno sobre sí mismo y uno junto al otro.


El expreso de medianoche” es una verdadera bestia negra cinematográfica para la gran mayoría de los turcos, por dar una visión negativa sobre el país que ha perdurado durante muchos años. “El valle de los lobos” salda cuentas pendientes, aunque no se haya podido beneficiar de los canales de distribución propios de las superproducciones americanas. “Topkapi”, por último, es el comienzo de toda la historia: una Turquía turística, muy años sesenta, escenario ideal para un audaz “rififí”, también muy de la época. Un país no problemático, un aliado fiel que no pasa factura: el perfecto escenario para dar un golpe.

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domingo, marzo 25, 2007

Odiemos a Brasil

Mark Ames, un iconoclasta en estado de gracia. Fotografía procedente de su biografía en Wikipedia y de un artículo en "The eXile"















El pasado 12 de marzo, Iñaki colgaba en su blog, “Salsa rusa”, un divertido post un artículo del periodista norteamericano Mark Ames, publicado en “The eXile”. No es política de este blog reeditar textos ajenos (y éste , por ende, se mueve en un ámbito geográfico muy alejado del “espacio ex otomano”) pero la verdad es que no había mejor forma de describir el ingenio de la pieza que reproducirla para que el lector disfrute directamente de su mala uva. Ames critica en ella la “máquina de odiar” que pueden poner en marcha los medios de comunicación occidentales contra un determinado país. En este caso es Rusia, pero podría ser cualquier otro… como Turquía, por ejemplo. Por supuesto, me uno a los que, como Iñaki, “NO odiamos a Brasil”, ni a ningún país en particular, dicho sea de paso. Pero por si acaso, ya lo saben: cuando estén hartos del papanatismo que rezuma nuestra gloriosa prensa y sientan que han tirado un euro a la papelera, odien un poco a Brasil. O lean a Mark Ames, ahora ya lo conocen. O echen un vistazo a "The eXile", a ver qué encuentran.





Mark Amer en una pose más natural













Odiemos a Brasil

Digamos que eres un occidental y quieres odiar a un país extanjero. Odiarlo de verdad. Pero no eres el tipo de persona que odia por odiar, como por ejemplo lo hace alguna gente de este periódico. En lugar de eso, eres un típico occidental piadoso. Crees realmente que eres bueno. No solo crees que todas las libertades, derechos y beneficios que disfrutas como ciudadano de tu país occidental te hacen una mejor persona, sino también que todas esas libertades existen en parte porque tú las haces posible.

Pero hay un problema: para alimentar esta creencia de que tú haces posible la libertad debes luchar contra la injusticia. Necesitas acción: participar en la cruzada moral contra algo Malvado. Sin embargo no eres el tipo de persona que crea problemas en casa. Tienes miedo por tu carrera. Eres el tipo de persona que busca aprobación ajena, ese es el principal motivo de que seas tan recto. Quieres anotarte el tanto de de ser un luchador por la libertad, pero no estás dispuesto a pagar nada por ello. Para parafrasearte a ti mismo, no eres un estúpido. Así que vas a luchar por tu cruzada progresista en un contexto libre de consecuencias: algún lugar lo suficientemente lejos de tu país. Así como las guerras están limitadas por la mano de obra y los presupuestos estatales, tu cruzada moral está limitada por “lo que pueda afectar a mi capacidad económica, mis perspectivas laborales y mis posibilidades de ser invitado a las fiestas de otras personas”.

Así que, ¿cómo cuadrar el círculo del odio, piedad y conformismo?

Odiando a Rusia.

Como hemos podido ver en los últimos tiempos se está convirtiendo cada vez más en el perfecto objeto de indignación de todos los cruzados occidentales: desde los carreristas hasta los periodistas, los think-tanker, los proxenetas del petróleo o los blogger solitarios (tipo la Russophobe).

Más que volver de nuevo sobre el por qué y cómo Rusia se ha convertido en la representación del Mal, y por qué este retrato es en gran medida poco honrado y profundamente siniestro, me gustaría ofrecer otro país para odiar. Es más nuevo. Está preparado para una buena cruzada moral. Tiene un estilo de vida mucho más amigable. Y lo mejor de todo es que tiene todos los aspectos malvados de Rusia, solo que peores, ¡te puedes sentir magníficamente odiando a Brasil!

Chicos, les presento el nuevo país modelo del año 2007 para ser odiado por los piadosos occidentales: ¡Brasil! (aplausos…)

¿Por qué odiar a Brasil? Primeramente porque el clima allí es mucho mejor, así que si Brasil reemplaza a Rusia como El País a Odiar, la vida sería mucho mejor para los profesionales de la industria de la Cruzada Moral: directores de ONGs, periodistas occidentales, etc. Hay una falta de dignidad en tener que odiar a un país con un clima monótonamente gris de mierda. Además, ¿por qué cargar contra Rusia si de todas maneras está desapareciendo? Sin embargo la población de Brasil crece impetuosamente, ahora son 175 millones y sigue creciendo, los 142 millones de Rusia están desapareciendo más deprisa que la carpa del mar de Chile. Es como atropellar a un animal muerto que yace en la carretera para después arrancarle la piel. ¿Qué satisfacción puede proporcionar eso para una persona moral?

"The eXile", una publicación polémica editada en Rusia y distribuida por la red. Denuncia la estereotipada visión negativa que tienene los occidentales del país, pero también es crítica con él













Hay incontables beneficios en el modo de vida si dedicas tu vida a odiar a Brasil, que te permiten odiar de manera confortable. Por ejemplo, los brasileños siempre sonríen, siempre de fiesta por las calles, y la comida tiene más especias y es más sabrosa. De esa forma mientras desarrollas tu cruzada contra los abusos contra los derechos humanos en Brasil puedes ser feliz y disfrutar de la vida. Como un odio fingido. Y lo mejor para las mujeres occidentales es que pueden tener un romance con uno de esos brasileños zalameros sobre los que leen en las novelas románticas baratas, un tipo que baila y lleva coleta. Porque, seamos honrados, si hay algo que vuelve locas a la mayoría de las mujeres occidentales que odian a Rusia es la imposibilidad de mantener uno de tales romances en Rusia. Lo más que una mujer occidental puede esperar en Rusia es una pálida versión del “What's Love Got To Do With It” de Ike y Tina Turner.Así que ahí lo tenemos. Brasil. Un País Confortable Para Odiar.

Ahora llega la gran pregunta: “¿Qué ha hecho mal Brasil?” Ésta es la parte fácil, o debería serlo para cualquiera que conozca la historia. Brasil viola tantos derechos humanos básicos que es un milagro que haya podido librarse de la Industria de la Indignación hasta ahora. Para un idiota medio, Brasil se ha despojado de su pasado autoritario, y en los últimos 15-20 años ha llevado una política pro-estadounidense, pro-occidental y pro-capitalista. Después de todo, tiene elecciones. Tiene elecciones, se occidentalizará… así funciona el pensamiento perezoso.

Pensemos de nuevo. Consideremos este extracto de un informe reciente de Amnesty Internacional:

“El uso de la tortura y los malos tratos siguen muy extendidos son sistemáticos en el sistema de justicia penal, en los lugares de arresto, en las comisarías de policía y en las prisiones y centros de detención juveniles… Los oficiales de policía y los “escuadrones de la muerte” cercanos a las fuerzas de seguridad han sido responsables de numerosos asesinatos de civiles, incluidos niños, en circunstancias que sugieren que han sido víctimas de ejecuciones extrajudiciales. Activistas de la reforma agraria, ecologistas y pueblos indígenas en áreas rurales han sido asesinados o atacados por la policía militar o por pistoleros contratados por terratenientes locales. Los defensores de los derechos humanos han seguido siendo amenazados y atacados. Se ha juzgado a muchos violadores de derechos humanos. Sin embargo, la mayoría de estos responsables de abusos contra los derechos humanos siguen gozando de impunidad”.

Suena familiar. O debería, si alguien se molestara en hacer un escándalo de ello. El hecho es, si se leen los informes de derechos humanos, que Brasil, considerado como uno de los gigantes emergentes de la economía mundial, hace que Rusia se parezca a Noruega.

Según Global Justice, en un solo estado, Rio de Janeiro, la policía mató a 1.195 personas en 2003. Human Rights Watch estima que la policía asesina a más de 3.000 personas al año, haciendo notar que el número podría ser mucho más alto "ya que muchos estados no registran los sucesos correctamente, y a veces ni siquiera lo registran en sus archivos".

Si los asesinatos injustificados de agentes de la ley y de los escuadrones de la muerte no son lo suficientemente hiperrrusos para provocar la indignación moral, entonces esto debería: Brasil es un país cada vez más hostil para los periodistas y los trabajadores de los derechos humanos. En 2004 Brasil retiró el visado para el reportero del “New York Times” Larry Rother, y ordenó su expulsión después de que publicara un artículo acusando al adorable barbudo cuasi-socialista presidente Lula de ser un borrachín. Aproximadamente por la misma época Lula estuvo a punto de aprobar una ley para la creación de un Consejo Federal de Periodismo, cuyo trabajo consistiría en supervisar la "orientación, disciplina y control" de los periodistas y los medios de comunicación. Finalmente la ley no salió adelante, pero revivió unos años después en un formato diferente.

Viñeta humorística brasileña alusiva a la expulsión del periodista americano Larry Rother. Lula le grita: "¡¡¡Y no vuelvas sin un whisky!!!"




Los propios periodistas brasileños han sufrido bastante más. Solamente el pasado octubre, dos periodistas fueron asesinados en una semana. Ya este año, un presentador importante de noticias en televisión, Domíngues Junior, fue atacado en casa junto con su familia, haciendo que el Comité de defensa de los periodistas llamara a sus miembros a la acción.

La lista de lo dejà vu en Rusia continúa. Racismo, pobreza creciente, enormes desigualdades… Y una actitud negativa hacia las ONGs. Otra ley propuesta en 2004 por el gobierno y aprobada por el Senado proponía “registrar, regular y controlar” las ONGs. Citando a Human Rights Watch, “la financiación federal de estas organizaciones estaría condicionada a su registro, y se les requeriría que informaran anualmente de los fordos privados y públicos que hubieran recibido, incluidas donaciones”.

Brasil tiene más que su parte de Politkovskaias. Una posible candidata a muerte futura es Conceição Paganele, que dirige una organización de madres, que investiga los centros de detención juvenil, llamada Asociación de madres y amigos de los niños y adolescentes, AMAR. En 2005 informó de casos de tortura en un centro de detención. Desde entonces ha estado recibiendo amenazas anónimas de muerte, tanto ella como su familia. A finales de 2005 el gobernador de Sao Paulo acuso públicamente a Paganele de “actuar siempre contra el gobierno” y de “crear problemas”. El último año se abrieron tres investigaciones criminales contra ella, a las que Amnesty International definió como "motivadas políticamente".



Paganele, entrevistada en una publicación brasileña









Brasil también tiene el triste record en las amenazas a los estadounidenses decentes y en culpabilizar de todos a los buenos US de A. Por ejemplo, el principal sindicato de pilotos norteamericano recomendó el año pasado a sus pilotos que no volaran sobre Brasil. Esto se debió dos pilotos estadounidenses que volaban en un pequeño jet fueron acusados de ser culpables del accidente de un avión de pasajeros el pasado septiembre, debido a que se cruzaron en la ruta del avión. Según un reportero del “New York Times” que estuvo con los pilotos, la policía brasileña amenazó a los pilotos durante los interrogatorios, y ambos fueron arrestados y acusados de homicidio sin premeditación. Sólo cuando se filtraron las trascripciones de las conversaciones del jodido controlador de vuelo brasileño y se vio que el asqueroso bastardo había dicho a ambos aviones que volaran uno contra otro fueron liberados los pilotos estadounidenses.

Hay un montón de razones más para odiar a Brasil. Sus elecciones son una chapuza. Son increíblemente corruptos. Estuvieron a punto de lograr construir la bomba atómica, y aún pueden hacerlo. Llevan un doble juego con el Villano Latino Favorito de Todo el Mundo, Hugo Chavez. Son responsables únicos de destruir nuestra atmósfera por la deforestación masiva del Amazonas. Y lo peor de todo: Brasil es la patria de algunas de las criaturas más asquerosas del planeta, entre ellos el pez candirú, también llamado “
pez vampiro de Brasil”, que vive en el río Amazonas. Citaré simplemente la descripción:

“El candirú es el único parásito vertebrado que ataca a los humanos. Cuando tiene hambre, huele en el agua el rastro de la orina humana, entonces nada corriente arriba hasta la fuente: alguien que está orinando en el agua. El candirú, que tiene forma de anguila y es translúcido (de ahí la dificultad para verlo), se introduce por el ano de la persona, entonces roe un camino hasta el tracto urinario.

“El dolor es terrible. Una vez que el candirú ha llegado a su lugar, es imposible soltarlo, gracias a varias espinas afiladas que extiende cuando ha alcanzado su destino.




Dibujo detallado de un candirú













Los hombres que han sido "candiruizados” tienen al menos una opción: cortar su pene. El dolor y el horror a la infección son tan grandes que las víctimas no solo aceptan sino que imploran que les apliquen esta terapia radical. Las mujeres no tienen tanta suerte. No hay manera de librarles del garfio afilado en su interior.

“Los humanos no son la única especie que escoge el candirú. Caza, se introduce y chupa la vida de cualquier cosa que huela en el agua. Sus espinas están diseñadas para apartar las agallas o escamas de cualquier otro pez. Se mueve a lo largo de su víctima, usando su lengua áspera para arañar la carne del otro pez hasta que muere. Después se sitúa para dormir en el fondo del río hasta que despierta porque siente algo para comer. Puede ser una vaca, un pez o digamos, alguien orinando en un afluente del Amazonas".

Concedamos al menos a Rusia eso: que hay muy pocos parásitos horribles. En su lugar hay algunas de las especies más exquisitas de mamíferos, aunque estén extinguiéndose (gracias sobre todo a los chinos, otro país que deberíamos considerar para el Odio). Brasil es como el Serengeti de las Horribles Creaciones de Dios. El candirú no es una excepción, sino una metáfora de Brasil.

Solo estamos escarbando en la superficie, pero creo que podemos hacernos una idea: Brasil en un objetivo mucho más atractivo para el odio que Rusia. Con la explosión demográfica de Brasil, el crecimiento de su poder económico y geopolítico, sus ambiciones nucleares y aeroespaciales, y su horrible record en derechos humanos, se ve que hay mucho que odiar. Mucho.

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miércoles, marzo 21, 2007

NOTA: A vueltas con el Juzestán [Khuzestan]

Se incluye como post-nota el siguiente intercambio de mails con Pablo Martín, de Ciencia Política de la UNED que está desarrollando, bajo mi dirección, una tesis doctoral sobre el Basij iraní. Se trata de un mero cruce de apuntes, porque en horas posteriores hemos ido encontrando nuevas direcciones en internet que añaden más confusión al asunto. En todo caso, la versión oficial del gobierno iraní es (lógicamente) que la minoría árabe en el Juzestán es mayoritariamente chií. Por lo tanto, el asunto continúa abierto, y es altamente polémico.


Paisaje idílico del Juzestán, procedente de una publicación oficial iraní









----- Original Message -----
From: Pablo Martín Fernández
To: Francisco Veiga Rodriguez
Sent: Tuesday, March 20, 2007 11:50 AM
Subject: Juzestán


He leido el post de hoy de tu blog y he encontrado algo que me ha chocado... ¿Recuerdas, que te comenté que la región iraní del Juzestán era etnia árabe, suní y muy rica en petroleo? Eso lo llevo grabado desde los tiempos de la misma guerra Irán-Iraq, sin embargo esa región aparece dentro del estado árabe chií… Picado por mi curiosidad me puesto a investigar (no he hecho otra cosa...) empezando por el enlace de los mapas que viene en el post, donde aparece la misma región como suní (en el mapa verde) o chií (en el de colores que le sigue); la contradicción se repite en artículos de opinión y todo lo que pueda navegar uno por la web. Sólo una coincidencia, para las fuentes americanas vinculadas con su gobierno es chií, para las independientes (vinculadas a organizaciones para la defensa de derechos) es suní.

The Khuzestan province in Iran is home to Iran's largest oil fields and part of the second largest known reserves in the world. It is also a Sunni Arab majority province. Only 3% of Iranians are Sunni, and most live in the Khuzestan province, the only Sunni Arab majority province in Iran.
http://inbrief.threatswatch.org/2006/01/eight-dead-in-iran-bombing/

Most of the Arabs living in Khuzestan are Shi'i Muslims and most of those living along the coast of the Persian Gulf are Sunni Muslims (RELIG1 = 4), with slightly more Sunni than Shi'a overall.
http://www.cidcm.umd.edu/inscr/mar/data/irnarab.htm

Este desbarra un poco, pero...

Make no mistake. The genocidal Sunni Arab terrorists of Iraq - whether they are loyal to Saddam or to al-Qaeda or both - remain a threat to the people of Khuzestan. http://www.geocities.com/aryannews/news000011.htm

The vast majority are Shi'a Muslims. There are also small Sunni, Christian and Jewish minorities. http://en.wikipedia.org/wiki/Arabs_of_Khuzestan


The Arab Shi'ites living on the plains of western Khuzestan share both their ethnicity and faith with the majority Arab Shi'ites across the strategic Shatt al-Arab waterway in Iraq. http://www.zmag.org/content/showarticle.cfm?ItemID=9073

I'd be very surprised if the level of violence by the Kurds and the Baluch doesn't increase, or indeed if the Sunni Arabs in [Khuzestan] stop agitating. It's a natural thing," he said. http://www.latimes.com/news/printedition/asection/la-fg-iran19feb19,1,291
6062.story?coll=la-news-a_section&ctrack=1&cset=true

There has been an increase of unrest in Iran, centered in the Sunni provinces of Baluchistan and Khuzestan
http://www.agedwards.com/public/content/sc/marketmon/geopolrpt.html

The oil-rich region has a significant Sunni Arab minority and high unemployment, leading to serious ethnic riots in April 2005.
www.tkb.org/Group.jsp?groupID=4567

En fín, y así todas las que quieras... ¿Qué intereses hay en que sea suní o chií? Ya me desborda, particularmente que los americanos lo pongan en un supuesto iraq chií.

A ver qué se te ocurre a ti

Un saludo,

PM




Ilustración para un artículo de denuncia parodiando los agresivos planes neocon con respecto a Irán y Juzestán











From: Pablo Martín
To: "Francisco Veiga Rodriguez"
Subject: Juzestán II
Date: Tue, 20 Mar 2007 18:30:45 +0100

Pues ya en casa y con más bibliografía y más seria, el Juzestán es mayoritariamente suní. Por citarte dos casos: en el nº2 de la revista de viajes "Altaïr", dedicado a Irán, el último artículo es "el Irán Suní" y empieza por el Juzestán. También es significativa la referencia de Dilip Hiro en su libro sobre la guerra Irán-Irak: según él, uno de los objetivos de la captura del Juzestán por Irak sería tener a la población chií entre dos fuegos.

No están intoxicando en internet?

PM



















Bandera independentista del Juzestán










----- Original Message -----
From: Francisco Veiga Rodriguez
To: Pablo Martín
Sent: Tuesday, March 20, 2007 8:07 PM
Subject: RE: Juzestán II

Bingo!

Así, a bote pronto, creo que hay dos posibilidades (basadas en mi olfato derivado de experiencias balcánicas):

a) La "conspirativa", que tú señalas: a los americanos les interesa "chiitizar" la zona, quizás para que, llegado el caso (es una idea) la oportuna limpieza étnica que comportaría la desmembración de Irak [y de Irán] quedara más disimulada y no se asociara tan brutalmente a intereses petrolíferos. Eso no quiere decir que ahora mismo estén por la labor de desmembrar Irak [y atacar a Irán], pero la maniobra dejó sus huellas, y ahí quedaron.

b) La hipótesis del "boca-oído": como sabes, entre periodistas y políticos es muy usual el síndrome: "lorito-lorito, lo que tú dices yo lo repito". Eso también pasa en ambientes académicos, no creas. A saber si a partir de una fuente errónea, los demás han ido repitiendo y repitiendo lo mismo... No es improbable, y explicaría por qué en webs progres y antisistema tiran del mismo hilo, inconscientemente. De otra parte, recuerda lo que decía uno por ahí: que en 2003, Bush no tenía ni idea de que existían chiíes y suníes.

FV





Insurgentes del Juzestán



















From: Pablo Martín
To: Francisco Veiga Rodriguez
Subject: Re: Juzestán II
Date: Tue, 20 Mar 2007 21:04:47 +0100

Yo, visto lo visto, y leído lo leído, me inclino por la hipótesis de la ignorancia, sobre todo por que después de la guerra, el Juzestán es zona militarizada y cuasi sagrada (regada por la sangre de los mártires... lo que me queda de leer de esto...) con lo que los testimonios de primera mano deben ser muy escasos.

Pablo

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martes, marzo 20, 2007

NOTA: Un ejercicio de cirugía estratégica sin anestesia

El plan para partir, repartir y rehacer todo el mapa del Próximo Oriente no es nuevo. Es incluso anterior a la invasión de Irak, de la cual se cumplen cuatro años justamente por estos estos días. Lo que resulta llamativo es que a estas alturas aún se siga manejando tamaño engendro. La variante que se ofrece aquí fue publicada y comentada en "Armed Forces Journal" el pasado mes de junio y su autor es Ralph Peters, un ex coronel, ensayista y novelista, con gran predicamente en los círculos castrenses neocons. Los mapas del "antes" y el "después" hablan por sí solos. Lo que cuesta entender es con qué argumentos se podría convencer a aliados estratégicos de los Estados Unidos de América, para que cedieran graciosamente amplios y valiosos territorios en aras de la "lógica" geoestratégica de Ralph Peters y sus seguidores. A Pakistan le supondría quedar convertido en un estado de fino diseño, entre un enorme Baluchistán, un Afganistán todavía más complejo y deforme y... la India. No digamos Arabia Saudita, que no sólo debería ceder terrenos a una extraña Gran Jordania, a Yemen y a un Estado Árabe Shií surgido de la desintegración de Irak: además perdería el supremo chollo de los Santos Lugares, integrados ahora en un Sagrado Estado Islámico. En fin: el lector puede perderse por un rato y a placer en los chocantes meandros de una cartografía elaborada sobre lo que parece "lógica Ken Follet".

Por otra parte, el seguidor fiel de este blog podrá ver aquí, absolutamenter actualizado, el último proyecto para remodelar el "espacio ex otomano", objetivo del intervencionismo quirúrgico de las grandes potencias desde 1826, una y otra vez retocado y redistribuido, y justamente por ello, matriz de algunas de las crisis más sangrantes -y aparentemente irresolubles- de nuestro mundo actual.

El lector puede ampliar los mapas pulsando sobre ellos con el puntero del mouse. Caso de que no funcionara tal opción, se puede intentar pinchando aquí.




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sábado, marzo 17, 2007

301 x 700.000



Fotomontaje sobre la imagen de Kemal Atatürk, el fundador de la República de Turquía e indiscutido padre de la patria.


El pasado 7 de marzo, muchas publicaciones electrónicas repitieron la noticia, con escasa variantes. Venía a decir que “Turquía” había bloqueado YouTube a causa de un vídeo publicado por esta "popular página". Al parecer, la pieza había sido editada por un griego –al menos en un caso se escribió “un egipcio”- y se mofaba de Kemal Atatük y los turcos en general llamándoles homosexuales, con ánimo de insultar, es decir: maricones, bujarras, sarasas.

Como reacción, un fiscal turco recomendó el bloqueo de la página de vídeos YouTube, lo que no dudó en sentenciar un juzgado de ese país. La empresa Türk Telecom –que estuvo a punto de adquirir Teléfonica de España hace un par de años- acató la decisión e impidió el acceso a esa dirección. Las crónicas repetían que, a partir de entonces, los internautas turcos se encontraban en sus pantallas con un aviso en el que se podía leer: "¡El acceso a este sitio ha sido bloqueado por una decisión judicial!". Y se añadía, en turco y en inglés: "El acceso a www.youtube.com ha sido suspendido conforme a la decisión nº 2007/384 del Primer Tribunal Criminal de Paz de Estambul".

Hasta aquí la noticia en toda su desnudez. La mayoría de las publicaciones que la citaban, incluían un tono que iba del asombro a la velada indignación. Se venía a considerar que la reacción había sido desproporcionada, escasamente cool, y por lo tanto, lamentablemente anticuada. El tonillo se remataba con referencias a “las leyes del país”, que incluyen penas contra quien insulte a Kemal Atatürk, fundador de la República, o al ya célebre Artículo 301 del Código Penal, que castiga como delito el agravio contra el sentimiento nacional turco. En apariencia todo está dicho, la noticia “habla por sí sola” y no cabe más. En realidad, es justamente al revés: da para mucho comentario, caso de que salgamos de la trillada praxis de los medios de comunicación basada en la repetición incuestionada de la noticia, tono original incluido, sin ampliar el enfoque más allá de unos escasos centímetros.



Kemal Atatürk bajo el logo de YouTube y una imagen al parecer intolerable: la que vieron muchos internautas turcos cuando quisieron acceder a la página de videos, bloqueada por decisión judicial

De entrada y como es habitual, casi ninguna publicación nos explicó lo ocurrido a continuación. Para una inmensa mayoría de los lectores los turcos se han quedado para siempre sin YouTube por causa de la sentencia de un tribunal de trogloditas. Sin embargo, la realidad es que a las pocas horas el acceso a la “popular-página-de-vídeos” volvió a quedar expedito. Al menos en la red y entre las publicaciones en español, sólo “The Inquirer” (sábado 10 de marzo) se dignó explicar que “YouTube anunció rápidamente que había quitado el vídeo de su página. Se disculpó diciendo que `está trabajando a conciencia para prevenir la publicación de ese tipo de vídeos en su página´”.

Es decir: hemos asistido a uno más de los múltiples problemas e incidentes protagonizados por YouTube en los últimos tiempos. De hecho, en
“20minutos.es”, tras publicar la noticia referida a Turquía, se añadía un enlace hacia otra crónica titulada: “Los narcotraficantes mexicanos trasladan su guerra a YouTube”. Al parecer, las bandas de narcos habían colgado en la popular-página una serie de vídeos en los que reproducían ejecuciones y ajustes de cuentas en plan de jocosa mofa. En la crónica de “20minutos.es” puede leerse: “Una de las grabaciones de video más veces vista en el sitio muestra a un hombre cuando recibe un disparo en la cabeza. Otra serie de repulsivas imágenes muestran la ejecución de otra víctima, con la mitad del rostro destrozada.” La pieza incluye uno de los vídeos como muestra, aunque cuando el lector intenta activarlo un anuncio en inglés nos dice que ya no está disponible. En efecto, YouTube retiró ese material.

Es fácil comprobar que en YouTube se intenta ejercer un cierto control sobre los vídeos que cuelgan los usuarios. Por ejemplo, se elimina la pornografía. No parece que se practique la misma pronta censura sobre las imágenes violentas, pero aún así, el material explícito suele retirarse en un plazo más o menos corto. Otra cosa son los ataques contra personas e instituciones o la apología del ultranacionalismo e incluso la violencia, como puede comprobar, por ejemplo, cualquier usuario que se dedique a recuperar vídeos referidos a las guerras de Yugoslavia. También resulta fácil encontrar material como el célebre "
Dirty Kuffar", con el rapero armado de pistola y Corán que hace apología de Al Qaeda y la guerrilla chechena. Pero como es ya todo un clásico repetido en numerosos portales de internet, no causa mayor impacto que YouTube lo conserve.




El rapero islamista, en una mano la pistola, en la otra el Corán, canta contra el "sucio infiel", con acompañamiento de imágenes de la guerra santa, algunas tan crudas como la ejecución de un prisionero ruso en Chechenia. "Dirty kuffar" es un vídeo que al parecer fue editado por musulmanes británicos hace unos tres años




En cambio, no ofrece resultados la búsqueda de material injurioso o vejatorio contra la Casa Real española o políticos de ese país, como pudieran ser ciertos vídeos que, se rumoreaba hace años, existían sobre el Rey de España en situaciones comprometidas. Y tras él, políticos y periodistas, cómo no. ¿Quién no recuerda aquel en el que, se decía, “actuaba” cierta celebridad de nuestras letras diarias? Pero no, no hay nada de eso. A día de hoy, tampoco se encuentra ninguna pieza que haga apología de ETA, que las hay corriendo por ahí, y no son pocas; pero no en YouTube. En cambio, el internauta curioso sí que puede partirse la caja con las aventuras de McGyver en el País Vasco, liberando a una turista americana secuestrada por los activistas de ETA (definidos como “montañeros vascos que desde tiempos inmemoriales han estado luchando contra Francia o España”). Mientras McGyver deambula por el campamento de los “freedom fighters” [¿?] estos realizan unos ridículos ejercicios gimnásticos con la chapela calada y alguien, de fondo, entona "Granada" con voz de tenor. Y no se refiera a ninguna bomba de mano, no: se trata de la pieza compuesta en 1932 por el mejicano Agustín Lara, que al director de la serie se le debió antojar algo muy apropiado como himno de los vascos insurgentes en sustitución del "Eusko Gudariak".

La pregunta del millón es qué ocurriría si a alguien le diera por realizar un montaje lo suficientemente agresivo sobre alguno de esos asuntos (o todos a la vez) y a continuación lo colgara en YouTube. ¿Intervendrían las autoridades?¿Acaso no ha sucedido ya? Si ustedes entran en Google e introducen (por ejemplo) los parámetros de búsqueda “YouTube + denuncia” se encontrarán con unas cuantas noticias: “
Viacom denuncia a YouTube”, “La cadena Fox demanda a YouTube por colgar ilegalmente capítulos de 'Los Simpsons' y '24'”, “Universal Tube denuncia a YouTube”, y… ¡“La justicia de Brasil contra YouTube”! Según explicaba el diario argentino “Clarín” el 7 de enero pasado, la ex exposa del futbolista Ronaldo interpuso una demanda que derivó en fallo de un tribunal brasileño que ordenó bloquear YouTube porque “el portal no retiró un video que muestra a la modelo Daniela Cicarelli, ex esposa de Ronaldo, en la playa junto a otro hombre”. En realidad, la demanda iba dirigida contra la Cadena O Globo, el portal IG y YouTube, pero mientras los dos primeros retiraron el material, el tercero no lo hizo. Por lo tanto, la orden de tribunal determinó el “bloqueo de los internautas brasileños hasta que la empresa retire el vídeo”. El ministerio público no pudo ir más allá por considerar que le ejecución de la sentencia era técnicamente impracticable.

Por lo tanto, al tribunal brasileño la jugada le salió mal, y al turco mucho mejor, demostrando que sí puede ser practicable un bloqueo contra YouTube, a lo cual la popular-página ha respondido con solícita prontitud (parece que no le hicieron el mismo caso, inicialmente, al justicia brasileña). No ha habido más consecuencias, ni se sabe de ningún suicidio por parte de algún internauta incapacitado de acceder a YouTube durante algunas horas.


Una imagen que se está convirtiendo en una pesadilla para Bruselas: Lech Kaczynski como gran caudillo purificador

Sinceramente, algunas cosas resultan difíciles de entender. ¿Por qué YouTube, una web de vídeos básicamente caseros, que acaba de cumplir dos años de vida, ha de ser una entidad intocable? Se le suponen excelentes intenciones a Chad Hurley, Steve Chen y Jawed Karim los creadores e impulsores de la idea. Pero es fácil comprender que, como otras empresas de la era global, existen gigantescas lagunas en las mil y una legislaciones internacionales que pueden afectar a la difusión de la red. Es lógico que se produzcan todo tipo de conflictos. Según los países y las culturas, las alegaciones de unos pueden resultar ridículas o insuficientes a los otros, pero eso no es sino reflejo de una deficiente adaptación a la nueva cultura global. Y eso va por todos, incluso columnistas como Michael Cognato de "Foreing Policy" cargados de santa y pomposa "razón".

Puede parecer excesivo el culto a Kemal Atatürk en Turquía; y objetivamente, en función de parámetros modernos, no hay nada extraño en considerarlo así. Pero es cierto que una buena parte de la población turca le profesa un afecto sincero a esa figura histórica; y en cualquier caso, la última palabra le corresponde a la ley de un país democrático. ¿Debemos entender que es más democrática la libre emisión de un vídeo que utiliza la homosexualidad como insulto (¡en la Europa de 2007!) contra una figura histórica y todo un pueblo? El incidente se puede interpretar de muchas maneras, pero una de ellas, y bastante positiva, podría ser que los turcos han sentado un precedente que a lo mejor nos ahorra, a todos, mayores males en el futuro. Lo malo es que el problema no son realmente Kemal Atatürk, ni YouTube, ni Ronaldo, ni su ex, sino el empeño en sacar a relucir cualquier bobada relativa a las actitudes “poco europeas” o “modernas “de Turquía. ¿Cómo puede ser que los turcos prefieran a "su" anticuado Atatürk sobre la deliciosa modernidad occidental de YouTube? Intolerable.



















Jaroslaw Kaczynski travestido como Gran Dictador, en reciente fotomontaje


Regresemos a la crónica de “The Inquirer” mencionada al inicio del post. Éste site de aguerrido nombre anglosajón, se anuncia con un teatral subtítulo: “Buscándole las cosquillas a los que mueven los hilos”. Qué risa. Pues bien, tras explicarnos que el conflicto de YouTube con los tribunales turcos había concluido con la retirada del video polémico y las disculpas de la popular-página, añade la siguiente coletilla: “No estaría mal que Turquía dijera algo parecido sobre el holocausto armenio”. ¿A qué viene esta chorrada? Posiblemente a que “The Inquirer” encarga la redacción de sus breves crónicas a becarios con ganas de mover los hilos y que también a ellos les hagan algunas cosquillas de vez en cuando.

Definitivamente, los informáticos metidos a comentaristas de la actualidad internacional no resultan muy serios, sobre todo si a continuación lees crónicas como la dedicada a los cepillos de dientes musicales de la firma Hasbro, gran novedad en los USA; aquella que celebra los 25 años de edad de los smileys, el que describe la moda Twitter (que nadie sabe para qué sirve) o uno en el que se explica seriamente que Windows puede llamar a tu domicilio si desactivas el centro de seguridad incluido en Vista. Pero lo más divertido es encontrar que sólo una semana antes de los impertinentes comentarios dedicados al conflicto turco, “The Inquirer” ya había publicado, a fecha 1º de marzo de 2007 que “
un estado australiano prohíbe el uso de YouTube”. Se trata de Victoria del Sur, donde las autoridades han decidido prohibir el acceso al servicio YouTube en todos los ordenadores de sus escuelas, tras “la grabación que unos escolares realizaron de sí mismos abusando sexualmente y degradando a una joven con discapacidad intelectual”.


"Buenas noches y buena suerte", reciente film sobre la "caza de brujas" (G. Clooney, 2005) fue filmamdo en blanco y negro para subrayar una distancia temporal con respecto a nuestra época que parece haberse borrado con la puesta en marcha de la "ley de la lustración" en un país de la Unión Europea








Vistas las cosas con una mínima distancia, una buena parte del corpus de críticas elaborado contra la candidatura turca a la Unión Europea resulta ser tan infantil que cabe preguntarse si eso es todo, si no hay consideraciones de mayor enjundia. ¿De verdad no hay nada más consistente que el asunto del genocidio armenio de 1915 o el Artículo 301 del Código Penal? Ciertamente que el Artículo 301 es cuestionable, pero al fin y a la postre, las leyes más inocuas pueden ser devastadoras si se aplican con mala intención, y las más letales quedar desactivadas si no hay ánimo de utilizarlas. Y lo cierto es que los intentos de aplicar el 301 en Turquía por parte de juristas de ultraderecha no les ha dado demasiado resultado últimamente: hicieron mucho ruido, pero las denuncias se convirtieron en absoluciones y los que impulsaron la campaña quedaron muy en evidencia.

La obsesión por revisar el pasado, pedir disculpas a diestro y siniestro y poner en la picota a los presuntos culpables históricos de esto y aquello, tan de moda en estos tiempos, parece estar llevando a unos resultados inesperados: el sueño de la justicia espectáculo produce monstruos. Y tales son los Hermanos Patata en Polonia, que acaban de poner en marcha su “ley de la lustración”, en virtud de la cual, funcionarios, profesores y periodistas, nacidos antes de 1972, deberán confesar antes de dos meses si colaboraron con los servicios secretos del régimen comunista. Caso de que mientan, podrán ser despedidos o sancionados hasta con diez años de inhabilitación. La medida, una verdadera ordalía ultrapatriótica y anticomunista a gran escala, podría afectar a 700 u 800.000 personas, quizá más.

Este escándalo equivale de forma muy ajustada a aquello que estudiábamos en los libros de texto y que se denominaba “
caza de brujas”, impulsada a partir de 1947 en los Estados Unidos por el senador católico Joe McCarthy apoyándose en el Comité de Actividades Antiamericanas. Año tras año este punto del temario de historia contemporánea se imparte en las aulas para asombro de los estudiantes: ¿Cómo pudo acontecer algo tan trágico y surrealista en un país que es cuna de las virtudes cívicas más democráticas del mundo? Pues algo así está pasando en el corazón de la Unión Europea, en pleno siglo XXI. Ahora se llaman hermanos Kaczynski, son católicos ultras y cuentan con Radio María y el Instituto de la Memoria Nacional. Y lo que se está llevando a cabo en Polonia viene a ser algo así como la aplicación masiva del artículo 301 turco sobre 700.000 personas, de una sola tacada. Puro ultranacionalismo apoyado por fundamentalismo religioso. ¿Podemos realmente criticar con tanta insistencia algunas actitudes turcas, desde la modélica Europa, cuando se permite que un bisoño miembro de la Unión cometa tales excesos históricos sin que, aparentemente, se pueda hacer nada por impedirlo?

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domingo, marzo 11, 2007

11-Milošević















Slobodan Milosevic llega a la prisión de Scheveningen en la noche del 28 de junio, 2001


Una superstición serbia dice que el día 28 de junio, día de San Vito (Vidovdan) suelen acaecer sucesos sorprendentes y muchas veces, infaustos. Esa fecha corresponde al día en que tuvo lugar la batalla de Kosovo Polje, en 1389, cuando los ejércitos serbios sufrieron la decisiva derrota ante las fuerzas otomanas conquistadoras de Murad I. Quizás el 11 de marzo empieza a competir con el 28 de junio, a la vista de la coincidencia entre un atentado terrorista de alcance internacional y la muerte de Slobodan Milošević, persoanlidad central en los conflictos del occidente balcánico a fines del siglo XX. Ha pasado ya un año desde ese suceso y nada nuevo parece haberse añadido a las sombrías sospechas sobre el suceso o al impacto que tuvo sobre el intento de construir una legalidad internacional centrada en Europa. A continuación se reproducen tres artículos firmados por el autor de este blog: dos de ellos publicados, el tercero sale ahora a la luz tras ser rechazado por "El País".



Muerte anunciada e inoportuna, "El Periódico", 12.03.2006

La muerte de Slobodan Milošević en su celda de La Haya fue una pesadilla anunciada para los cada vez más escasos profesionales de la jurisprudencia y la política que seguían su juicio con una mínima asiduidad. En efecto, el proceso contra el mandatario serbio era la joya de la corona de una nueva justicia internacional que ya quedó un tanto tocada cuando se permitió que Saddam Hussein fuera juzgado en Irak y no en La Haya. Además, muchos otros estadistas susceptibles de ser encausados, nunca fueron ni siquiera molestados. En el juicio de Milošević las pruebas no solían ser muy concluyentes y algunas acusaciones, como la de genocidio, resultaban indemostrables. Y sobre todo, la duración: el juicio estaba resultando larguísimo, interminable. Eso era restarle contundencia y sobre todo, propiciar que ocurriera lo que al final sucedió: la muerte del acusado.


El general Ratko Mladic. Cabe la posibilidad de que este personaje tuviera que ver en alguna medida con los sucesos que confluyeron en la muerte de Milosevic. E incluso en la de Babic


Por si todo ello no fuera suficiente, el suceso acaece a los pocos días de que Milan Babić fuera encontrado muerto en su celda, tras haber cometido suicidio. Éste reo había sido presidente de la fantasmagórica República Serbia de la Krajina, una entidad que había surgida en Croacia en los comienzos de la guerra, allá por el verano de 1991. No se entiende muy bien qué pudo inducir a Babić a suicidarse, porque de hecho terminó siendo una víctima de Milošević y estaba en La Haya para testificar en su contra. Pero el suceso recibió una muy escasa cobertura mediática: buena muestra del desinterés que genera la justicia internacional en la sociedad. Y quizá también entre los mismos responsables del juicio. ¿Cómo puede ser que logre suicidarse un prisionero en una celda de alta seguridad?¿Cómo no se controló más estrictamente la salud de Milošević, cuyos problemas cardiacos eran bien conocidos?

La dejadez, el hastío, revelan hasta qué punto el proceso contra el estadista serbio poseía un componente de espectáculo que falló desde el comienzo, cuando el mismo acusado demostró ser capaz de defenderse a sí mismo con inesperada eficacia. Y a partir de ahí, la suerte del resto de los reos serbios en el TPIY pasó a depender de complejas negociaciones sobre lo que debían o podían testificar en función de las conveniencias de la acusación contra Milošević. Muy posiblemente, la odisea de Radovan Karadžić y Ratko Mladić tuvo que ver con esto: resulta realmente muy extraño que no hayan sido capturados desde 1995 escondidos como están en países tan pequeños como Bosnia, Montenegro o Serbia, y estrechamente vigilados por los servicios de inteligencia occidentales. Precisamente, la muerte de Milošević acaece después de unos meses de tira y afloja sobre la posibilidad de que el general Mladić se entregara a la corte internacional; el último rumor desmentido, hace pocas semanas. El quid de la cuestión podría residir en que el testimonio del militar serbio, de triste memoria, no habría implicado a Milošević en la matanza de Srebrenica y otros crímenes de guerra similares. Otro gol para la acusación y un triunfo para la defensa del ex mandatario serbio, que se vería reflejado al final en una sentencia mucho más suave de la esperada.



Heather Cottin, miembro del comité norteamericano de apoyo a Milosevic, en una manifestación de apoyo al estadista ante el tribunal de La Haya. Las asociaciones internacionales que lo apoyaban solían estar integradas por militantes de la izquierda comunista radical










Explicado así, parece que la muerte de Slobodan Milošević haya sido bien oportuna. Sin que el juicio llegue a su culminación, pervivirá internacionalmente la imagen que se tenía de él en 2001, cuando fue detenido. Ciertamente que en Serbia no tardará en surgir un culto a su figura como mártir de la “injusticia internacional”. Pero eso también iba a suceder una vez fuera leída la sentencia. Y al fin y al cabo, bien poco peso internacional tiene la opinión pública serbia: que digan lo que quieran aquellos que lo llorarán, que ya son bien pocos. Pero quien piense así caerá en aquello del “pan para hoy y hambre para mañana”. Los juicios y suicidios de jerarcas nazis en Nuremberg, tras la Segunda Guerra Mundial, no son un precedente comparable, porque Alemania había quedado destruida y ocupada, y no contaba ya nada en la política internacional, ante unos vencedores unidos en el interés por erradicar el nazismo. No es el caso de los juicios contra los criminales de guerra en la ex Yugoslavia. Los procesos a estadistas han de ser preparados con una perfección técnica superior a la requerida por los reos de derecho común, porque normalmente, un ex presidente tiene recursos para defenderse que son superiores a los de un ratero o incluso un estafador. Entre otros, la posibilidad de desvelar datos muy delicados que pueden salpicar a estadistas de las grandes potencias.















Un momento de relajación en pleno juicio ante el TPIY. Milosevic fue un político con una extrema confianza en sí mismo. No lo hizo mal como abogado, cuando actuó en su propia defensa.





Slobo: un epitafio político, "La Vanguardia", 12.03.2006

Los relatos que describen a Slobodan Milošević como una persona dotada de una enorme frialdad o una inteligencia diabólica son sólo un reflejo del sensacionalismo de ciertos medios. “Slobo” era un hombre notablemente común y corriente, parecido a los que podemos encontrar cerca de nosotros mismos, en nuestro trabajo, entre el vecindario, en el grupo de conocidos que frecuentamos habitualmente.

¿Qué fue entonces lo excepcional de Milošević, qué le proyectó de forma imparable hacia el poder? En primer lugar, una acentuada confianza en sí mismo, muy superior a la que cualquier persona tiene en sus capacidades. Eso terminaría siendo también su perdición, pues hasta el último momento creyó que lograría jugar contra el resto del mundo. Después, una desconcertante capacidad para ir combinando, según le convenía, las diferentes facetas de su personalidad. Una parte de ese componente provenía de su pasado como cargo importante en la Liga de los Comunistas de Yugoslavia: Slobo era un comunista y lo fue hasta el final. Pero a la vez, era un admirador de cierta imagen de eficacia occidental que se resumía a la perfección en los Estados Unidos. Milošević admiraba ese país, sobre todo a raíz de los viajes que hizo cuando estaba al cargo de un importante banco yugoslavo. Y eso se notó claramente durante las conversaciones de Dayton, en 1995. Por último, Slobo era además un serbio procedente de una oscura ciudad de provincias y en ocasiones también extrajo recursos de ahí, especialmente cara a los que le votaban o apoyaban en su país. La combinación de esos tres elementos de su personalidad hacían de él un político muy impredecible en su época, tanto para los extranjeros como para los mismos serbios.


















Firma del Tratado de Paris, que concluyó la guerra de Bosnia, 1995. Fue uno de los momentos de mayor gloria de Milosevic, coronado como estadista internacional y personaje clave en las conversaciones de Dayton. A la derecha de Milosevic, Felipe González


Esos recursos le sirvieron para gobernar de forma autoritaria sin llegar a imponer un régimen totalitario. En efecto, Slobo no gobernó como un dictador; pura y simplemente no podía hacerlo, porque nunca dispuso de los medios para instaurar una dictadura. Entre el Ejército federal y él no existía la mutua confianza necesaria para dar un golpe conjunto o para que las fuerzas armadas colaboraran. Posiblemente se hubiera desencadenado una guerra civil entre serbios, y a eso no quería llegar nadie.

En consecuencia, Slobo hubo de echar mano de sus recursos, capacidades y un estilo propio que en parte recordaba su pasado de político formado en las conspiraciones de la Liga, pero también de su formación jurídica. En efecto, a veces gobernó como un abogado tramposo, logrando la proclamación de leyes que le convenían para forzar después su interpretación; o haciendo juegos malabares con los votos y los porcentajes. La derivación nefasta de todo ello fue su tendencia a métodos gangsteriles, como el recurso a "hombres para todo" capaces de organizar palizas o armar grupos paramilitares como los que actuaron en Bosnia. Pero nunca fue un hombre de uniformes fantasiosos, como el nacionalista Tudjman: Slobo era de traje y corbata, un líder de despacho al que no le hacía ninguna gracia visitar hospitales o provincias irredentas. Jugó a ser caudillo carismático, pero en cuanto pudo representó ese papel desde la televisión; las grandes tribunas al aire libre fueron una temprana excepción. En tal sentido, su forma de gobernar siempre estuvo hecha a base de reuniones cortas, preparadas de antemano y en las que no se discutía. Si alguien expresaba alguna disensión era convocado más tarde, a solas. El poder que ejercía Slobo no se ayudaba con ruidosas oficinas, activos grupos de trabajo y equipos de consejeros.













Corbata y americana bajo el calor: el célebre discurso de Milosevic en Gazimestan, Kosovo, 28 de junio de 1989


En realidad, nada de esto era tan específico de Milošević; tampoco estaba enraizado en la forma serbia de concebir la política, si es que existe tal cosa. En toda Europa del Este, a lo largo de la primera mitad del siglo XX, se sucedieron regímenes políticos similares al de Slobo, que algunos historiadores denominan "de democracia vigilada" o "congelación de la democracia". El parlamento continuaba funcionando, pero los partidos representaban cada vez menos a los ciudadanos, éstos veían sus derechos restringidos; la prensa seguía siendo independiente pero recibía duros golpes, el presidente o proto-dictador se imponía mediante subterfugios legales y políticos y, ocasionalmente, la fuerza bruta. Tal ocurrió en la Hungría o la Polonia del periodo de entreguerras.



Colección de sellos conmemorativos relativos al sindicato polaco Solidaridad. Los motivos religiosos hicieron causa común con las reivinidcaciones obreras y todo ello articuló la recuperación de un nacionalismo agresivamente anticomunista del que surgieron los actuales gemelos Kaczynski







Más cercanas en el tiempo, son las comparaciones entre el lenguaje político utilizado o instrumentalizado por Milosevic y el de su misma época. A mediados de los 80, los brotes de nacionalismo en Europa oriental -con toda la carga de "peligrosidad" que se le daba desde Occidente- tenían ya unos cuantos años. Se puede decir que todo comenzó de forma muy clara y explosiva con el nacionalismo de raíz católica reactivado en torno al sindicato Solidaridad en Polonia desde 1980. Procesiones con popes o el dramático periplo de los restos del príncipe Lazar que se vivieron en Serbia en la segunda mitad de esa misma época, tuvieron de hecho su precedente y equivalente en las emotivas misas y confesiones públicas celebradas en los astilleros de Gdansk, las peregrinaciones al santuario de Częstochowa o el delirio colectivo provocado por la visita del Papa Karol Wojtyla en junio de 1979. Los medios de comunicación occidentales se extasiaron ante la resurrección de la catolicidad anticomunista, símbolo eterno del nacionalismo polaco, y se mofaron de la ortodoxia balcánica convertida en bandera del nuevo nacionalismo serbio (y rumano o búlgaro). Pero en realidad formaban parte de un mismo discurso político.

Cuando en la primavera de 1987 Slobo dio su célebre discurso en Kosovo, las cosas habían evolucionado mucho en todo el Este. Por aquella época, recién comenzada la "perestroika" en la Unión Soviética, el desencanto con los regímenes comunistas estaba ampliamente extendido en toda la mitad oriental de Europa, entremezclado con las crisis económicas que se vivían en varios de ellos. En consecuencia, algunos líderes comunistas recurrieron a resucitar antiguas o nuevas consignas nacionalistas buscando movilizar a la ciudadanía o, al menos, un respaldo popular a las necesarias reformas que solían tener mucho de impopular. Desde occidente ese renacimiento del nacionalismo en el Este fue calificado de forma positiva o negativa según las circunstancias o las conveniencias, como había ocurrido con el nacionalismo de base católica a comienzos de los ochenta.


El dirigente comunista húngaro Imre Pozsgay recurrió al nacionalismo para reactivar el entusiasmo popular por el partido comunista, más o menos por la misma época en que Milosevic hacía lo mismo. Pozsgay agitó la situación de la minoría magiar en Transilvania y Milosevic la de los serbios en Kosovo.




En definitiva, Slobo no era un hombre tan alejado de su época ni de su contexto cultural; tampoco era ajeno al ambiente social en el que vivió y creció durante los primeros años de su carrera. Parece ser que incluso se sentía cómodo en el arrabal de bloques que era Novi Beograd, donde vivió nada más llegar a la capital.

Por lo tanto, el epitafio político y personal de Slobodan Milošević podría ser el siguiente: gobernó a la última Yugoslavia como si fuera una gran potencia internacional. Con la audacia, arrogancia y brutalidad con que los grandes estadistas manejan sus grandes estados todopoderosos. Pero resultó algo así como conducir un pequeño SEAT (o Zastava) 600 en los grandes circuitos de carreras, con aspiraciones a que hiciera el papel de un fórmula 1. Aún así, obtuvo resultados más allá de lo que cabría esperar. Pero fue perdiendo piezas por el camino y el desastre final, para Serbia, y para sí mismo, fue de considerables proporciones.

Una de las fotos más originales de Milosevic y en cierta manera, también una de las más representativas





La última pirueta del supervillano, rechazado por "El País"


El fallecimiento de Slobodan Milošević en su celda de la prisión de Scheveningen y el abrupto final del juicio que se seguía contra él en el Tribunal penal internacional de La Haya, han sido casi unánimemente calificados en la prensa europea como de serio inconveniente para lo que debería haber sido una nueva justicia internacional erigida sobre las ruinas del mundo bipolar de la Guerra Fría. Al margen de que el juicio estuviera mal o bien planteado, es innegable que las cosas en la prisión de Scheveningen no funcionaban como es debido. No resulta fácil justificar lo que parece flagrante negligencia que llevó al suicidio de dos detenidos: primero el de Slavko Dokmanović, y ahora, el de Milan Babić , pocos días antes de que falleciera Milošević, detalle revelador que se ha metido bajo la alfombra en una buena parte de los periódicos occidentales. Lo llamativo del caso Babić es que no se entienda la lógica que subyace al suceso, dado que terminó siendo una víctima de Milošević y como tal iba a declarar en contra de su antiguo protector. Pero la ingesta de medicinas no controladas por el ex presidente serbo-yugoslavo no puede disimularse fácilmente como rocambolesco complot por parte del fallecido: el asunto central es que, al parecer, nadie detectó la entrada de tales medicamentos en una prisión de alta seguridad, ni su ingesta reiterada por parte del reo más importante.


Milan Babic: los periódicos españoles, y entre ells "El País", pasaron de largo sobre su suicidio en la prisión de Scheveningen. Posiblemente, consideraron que no resultaba significativo el hecho de que tuviera lugar pocos días antes de la muerte de Milosevic. O quizá pensaron lo contrario.








Por lo tanto, intentar justificar moralmente que de una forma u otra, Milošević es el culpable de lo ocurrido, antes de saber lo que realmente ocurrió, viene a ser postura de beata colocando moralinas, lo cual, como mínimo, resulta poco útil para analizar lo sucedido y sus consecuencias reales. Aplaudir la pena de muerte por intercesión divina no es sino una forma de añorar su aplicación terrenal, sin tener el valor de pedirla. O sea: es ponerse a la altura de Milošević o de algunos de sus adversarios en las repúblicas vecinas, que sí la aplicaron. El tiempo dirá si el mandatario serbio estaba en situación física de planear rocambolescas fugas en la mejor tradición cinematográfica del género, lo cual tampoco disculparía en absoluto la relajada seguridad de la cárcel holandesa. Pero lo cierto es que su fallecimiento, incluso por las causas más naturales que imaginarse puedan, es una mala noticia para Europa, y así lo ha comentado la gran mayoría de la prensa del continente. Porque el Tribunal Internacional de La Haya es una institución de factura básicamente europea, y el varapalo que ha recibido no deja de ser un golpe más al prestigio de las instituciones continentales, en una época en la que éstas vienen siendo muy cuestionadas. El efecto negativo de lo ocurrido en Scheveningen se amplifica, si cabe, por el hecho de que desde Europa se ha criticado –y con razón- la formaen que más allá de nuestras costas se hace justicia en la lucha contra el terrorismo internacional. Por estos pagos, no podemos caer en tales errores; y mucho menos, intentar disimularlos con disculpas que a veces rondan la frivolidad o que traen ecos de un tipo de “complot balcánico” al que Milošević y los suyos eran tan aficionados.


















Los expertos en jurisprudencia fueron muy críticos con Carla del Ponte y su estrategia en el proceso a Milosevic. Puede que su larga duración tuviera una influencia decisiva en el fallecimiento del reo, físicamente debilitado. Pero desde luego, la fiscal no supo prever que esa posibilidad pudiera tener lugar, lo que constituyó un golpe demoledor al intento de poner en marcha una justicia internacional. Y aún así, no dimitió: sigue siendo una de las escasas figuras del grupo inicial de juristas que continúa actuando en los procesos del TPIY



En cuanto a éste, ya ni siquiera es tema para juristas: ha pasado definitivamente al dominio de la historiografía. Y desde ese punto de vista es posible analizar la responsabilidad del sensacionalismo mediático y político en la agudización de un problema político. Podría denominársele la “teoría del supervillano”: al exagerar tanto la maldad de un determinado estadista, al marcar las tintas sobrepasando incluso las líneas editoriales y convertirlo en esperpento, la figura del supervillano se hace increíble para una parte importante del público consumidor. Ese efecto paradójico marcó casi toda la vida política de Milošević, e incluso las circunstancias de su muerte. Pero también parece haber tenido una gran responsabilidad en lo mal llevado que fue el juicio, con una fiscalía que se obcecó en probar infructuosamente la acusación por genocidio y en generar un monumental precedente histórico que se prolongó durante cuatro años. Milošević tuvo la habilidad de utilizar a su favor la desmesura del juicio, hasta el punto de que el pasado mes de diciembre él mismo rechazó la separación del proceso sobre Kosovo que hubiera supuesto una rápida sentencia en firme sobre una parte del total. El resultado es que, como señalan los expertos internacionales cercanos al TPI, el reo ha muerto sin poder probar su culpabilidad. Algo, que lógicamente, ha sentado muy mal a sus víctimas.




Una viñeta francesa, ciertamente grosera, pero muy descriptiva de lo que supuso la muerte de Milosevic para el TPIY







Por lo tanto y ahora que los únicos jueces de Milošević serán los historiadores, se impone desechar las consignas y recuperar cierto rigor en el análisis. Hace días, y tras equivocarse reiteradamente en la fecha en la cual Milošević viajó a Kosovo por primera vez, iniciando así su estrategia de apoyarse en el emergente nacionalismo serbio, un académico escribió en esta misma sección que era una “candorosa superstición” suponer que “desde 1986” –en realidad 1987- Milošević buscaba preservar el estado yugoslavo. ¿Todavía nos manejamos con artículos de fe? Han pasado casi veinte años: el dato se tiene o no se tiene, no es una cuestión de creencias o supersticiones. En definitiva, está fuera de lugar que sigamos luchando en guerras del pasado para justificar las torpezas del presente. Ya no podremos utilizar a Milošević para tapar el desastre que ha sido la justicia internacional; ni tampoco para echarle las culpas sobre la parálisis política, institucional y económica de Bosnia y Kosovo. Occidente ha de asumir su importante cuota de culpa en lo sucedido, sobre todo para enmendar los errores y construir un futuro viable para los afectados.

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